Muchas personas elegimos internet para informarnos antes de adquirir un producto o contratar un servicio. Ya sea porque ha aparecido como resultado de alguna búsqueda concreta, como si ha llegado a nosotros a través de un amigo en una red social, la información que aparece en internet acaba teniendo gran importancia en la decisión final de compra.
¿Qué es la identidad digital? ¿Cómo se crea?
Se considera identidad digital a la información sobre un elemento publicada en internet. Esta información puede estar en diferentes formatos (noticias, opiniones, fotografías, registros de visita,…) y diferentes lugares (página web propia, página web ajena, blog, redes sociales,…).
Todos, personas y empresas, tenemos identidad digital, la podemos haber creado nosotros o la habrán creado otros, pero existe. En internet, y más específicamente las redes sociales, todos tenemos las mismas posibilidades de publicar información. El máximo exponente de ésto es twitter donde todos los perfiles tiene 140 carácteres para expresarse, ya seas anónimo, el presidente de USA o el Papa!. Este hecho ha representado una gran revolución que tiene sus aspectos positivos y negativos, las críticas, los comentarios negativos no se pueden eliminar, hay que trabajar para hacer las cosas bien.
Nuestra imagen en internet depende de 2 cosas: lo que decimos nosotros sobre nosotros (página web propia, espacio propio en otras páginas webs, perfiles propios en redes sociales,…), lo que otros dicen sobre nosotros (opiniones sobre ti en páginas de resultados, buscadores, foros, comentarios en tus perfiles de redes sociales,…). ¿Quien crees que tiene mayor credibilidad?
Para un negocio es vital cuidar su identidad digital, ya que ésta es su reputación, la opinión que “el mundo” tiene sobre nosotros. La identidad digital es, en definitiva, nuestra imagen pública.
¿Conoces tu identidad digital?
¿Eres consciente de la imagen de tu negocio en internet? Si con las líneas anteriores hemos despertado tu curiosidad y quieres saber qué se dice de ti, te invitamos a practicar egosurfing, introduce el nombre de tu negocio en google y haz una ojeada a los resultados que aparecen.
A continuación puedes plantearte algunas preguntas: ¿La información que aparece es positiva para tu negocio? ¿La has generado tú mismo o otros? Piensa como un posible cliente, esto es lo primero que vería de ti, ¿Crees que se pondría en contacto contigo? Si la respuesta es afirmativa, ¡Celébralo! De lo contrario, tienes algo en lo que pensar y, más importante, algo en lo que empezar a trabajar.
Si no tienes un buen producto, olvídate de invertir tiempo y dinero en mejorar tu identidad digital
Como hemos comentado, en internet todos tenemos el mismo “poder”. Las marcas y las empresas pueden destinar muchos esfuerzos a trabajar su imagen pero al final, si el producto falla el aluvión de comentarios de los usuarios será tal que la empresa verá afectadas sus ventas. En este sentido, nuestro consejo es, primero, orientar los esfuerzos a tener un buen producto y un excelente trato a los clientes y, luego, a trabajar la identidad digital para maximizar los beneficios de tu negocio.
¿Por dónde empezar? Ten a tus clientes satisfechos, es muy probable que te regalen generosas opiniones. Mima a tus clientes, atiende las consultas que te plantean, gestiona con mano derecha los ataques directos o las opiniones negativas. Ten buena relación con la competencia, la sana competencia nos ayuda a mejorar. Cada uno de estos elementos ayudan a tener una identidad digital positiva para negocio y, por extensión, acabarán ayudando a mejorar las ventas en tu negocio.
En resumen
- Tu negocio ya tiene una identidad digital, la hayas creado tú o otros.
- Tienes que tener un buen producto, internet es un altavoz real para lo bueno y para lo malo.
- Tu negocio no es sólo “tuyo”, tú serás una más de las voces que hable de él y puede que una de las voces que menos credibilidad tenga. Tus clientes son tu aval. Para nuevos clientes, la opinión que tus clientes expresen sobre tu negocio y tus productos tendrá más valor que tu propia opinión.
- Es imposible agradar a todo el mundo. En algún momento un cliente estará descontento y mostrará su descontento con, por ejemplo, un comentario negativo. Es prácticamente inevitable que esto pase, pero en tus manos está resolver estas pequeñas crisis. Si gestionas bien estas situaciones puede que salgas fortalecido de ellas.
- Constancia y honestidad son la única manera de transmitir fiabilidad, transparencia y de acabar obteniendo el reconocimiento de tus clientes.
- A la gente no le interesa tanto lo que somos sinó lo que podemos hacer por ellos.
- Aunque a partir de ahora trabajes más en tu “yo digital” no olvides que el contacto cara a cara sigue siendo lo más importante.